Estas limitaciones, unidas a la heterogeneidad de dispositivos y navegadores, implican que el modelo de diseñar una versión genérica (al estilo web) que funcione bien para todos, para el caso del teléfono móvil, llevará a que todos tengan una experiencia de usuario inferior a lo aceptable. Es decir, que el diseño genérico es malo para todos. Por lo tanto, es muy recomendable personalizar las aplicaciones, entendiendo “personalizar” como:
- Adaptar la interfaz al dispositivo/navegador de cada usuario, para explotar al máximo sus características.
- Ofrecer información y funciones relevantes para cada usuario. Por ejemplo, en un site de reservas de avión, si el usuario sólo tiene un vuelo reservado, no ponerle en el menú inicial una opción a “Reservas”, que llevaría a la pantalla de lista de reservas; en su lugar, ponerle directamente la opción “BCN-MAD 17Jun”.
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